A
modo de introducción
María Inés Ure (1912-2008) fue
socia y vicepresidente de Gente de Letras. Publicó varios poemarios, y obras de
cuentos y ensayos. Fue Faja de honor de la SADE . Recibió el segundo premio en
el certamen nacional de haiku organizado
por la embajada de Japón. Dejó inédito
y organizado Voz entre los pinos. Sus hijos Jorge y Carlos Ure y su sobrina
Angélica García Laredo (otra hija para ella) lo editaron póstumo en el 2016.
ENCUENTRO DE GENTE DE LETRAS 2017
ENSAYO: TRANSPARENCIA Y HONDURA EN LA
LÍRICA DE MARÍA INÉS URE por CECILIA GLANZMANN
El propósito de este ensayo es celebrar la poesía de María Inés Ure, entrelazando en parte vida y obra poética, con referencia a varios de sus libros y con un centrarse en su poemario póstumo Voz entre los pinos (2016). Se analizará a través de las temáticas de lo temporal y lo espacial, de los sentimientos, de lo metafísico, del silencio, cómo conjuga la levedad, lo fragmentario del instante, con lo insondable. Cómo logra con un estilo austero y bello, con libertad gráfica, expresar la plenitud de la vida, con armonía y con prospección hacia la esperanza.
Su vivencia general en su obra.
En
principio, es importante ir a aspectos de su personalidad: su delicada distinción, sus valores y riqueza
espiritual, con esa conciencia del ser que, estando en este mundo humano, sabe
vivenciar los hilos del telar del alma
con la misión aquí. En sus poemas anteriores, como en estos de Voz entre los pinos, se advierte su
mirada honda, capaz de ser suave como
el vuelo de un ave, a la vez que fugaz y eterna , aguda, certera, plena de
armonía y de búsquedas y encuentros
para decir, en poemas breves y connotadores, sobre lo esencial de la existencia.
Hay poemas de varios libros de María Inés Ure en “Poesía Argentina Contemporánea”, Tomo I,
parte Décimosexta, de la Fundación Argentina para la Poesía .Tomaremos lo que
dicen algunos críticos. Antonio Requeni en
Últimas notas ve “La hondura, el
lirismo, el temblor insoslayable de su entrega poética”. Alfredo Veiravé, sobre
Oscuridad y espacio habla de los “hilos sutiles” de su poesía
que “es la constante revelación del instante fragmentario y el reflejo de
condensaciones irisadas por un sentimiento de lo intemporal”. Edna Pozzi sobre Pájaro de agudas alas (1993 observa la
rigurosa vigilancia sobre la palabra que, sin embargo, la conduce a esa línea
que trasunta serenidad y belleza, a una inmensa respiración, a claridades,
hallazgos, plenitud de vida. Ana Emilia
Lahite sobre Comuniones de tierra y de ceniza también ve esto y subraya la
irradiación de unidad ética y estética en sus diez libros de poemas. Nélida
Salvador, sobre Quasar ente las sombras
habla de su testimonio lírico de una total
identificación con la soledad y el vacío. Y sobre el apresamiento que hace María Inés de esa
fugacidad de escuetas palabras que condenan profundas resonancias afectivas.
León Benarós, sobre Ecuaciones,
advierte lo metafísico, como también su libertad gráfica y su severo
despojamiento, que da una poesía de severa belleza. Raúl Felipe Oteriño, actual
miembro de la Academia Argentina de Letras, al igual que Antonio Requeni, le
escribió en una carta a la autora sobre “el silencio que existe dentro de la
palabra silencio en su obra”.
En lo que señalan estos reconocidos escritores y críticos se
evidencia una red semántica iluminadora que cruza y se entrecruza en toda su obra, incluso en la póstuma.
En
Voz
entre los pinos la palabra de María Inés Ure suena viva, en un racconto sereno sobre lo vivido, sobre
la existencia. Desgrana, con su estilo aparentemente inasible y austero, ese
conjugar la levedad y lo insondable.
La
temática del tiempo en casi todos, habla del silencio, de la soledad, de la
mística del tiempo en su modelar, de angelar sueños, de convocar a la nieve que
espera. Unas pinceladas:” Cronos modela
al hombre “en “Cronos” (13), “El salario del tiempo” en “Calendario” (15), “Acelera
su ritmo /La clepsidra /Para alcanzar el silencio” , en “Relojes”(17 ) ,” Los
minutos huyeron /Callaron las campanas “en “Del taller del relojero” (19). “En
el antiguo espejo/ leí mi biografía” en “Continuum (23), “¿En qué desván
confuso/ se perdieron / momentos que olvidamos?” en “De memorias y olvidos ”(33)
Y habla de las cuatro estaciones en
“Fidelidad a la vida”(21). Vemos el tiempo unido en varios al “sueño”.” Geisers del Tatio-/Alegres,
cantarinas/ llegan desde el abismo/ con el amanecer/¿te acuerdas?/ ¿las
vivimos, en la verdad o en el sueño? “en “Jornada” (39).
Los sentimientos
Están
los sentimientos que desnudan con ese
toque de cruces para lo conceptual reflexivo. En “Tristeza”
“Invierno
en
un campo de amapolas” (23”).
En “Aproximaciones” , que dedica a Moniquita, están los
sentimientos que se despliegan directos,
transparentes, hacia personas amadas :
“La rosa imprimió
su
sello
en
el hueco
de
tu dolor”… (63),
En “El libro de los nietos” fluye la
ternura y la felicidad por encima de las durezas de la vida:
“Blancos
tan
blancos
como corales blancos
llegaron a la vida.
Venían de la rosa.
El
cántaro se agrieta
sonrisas infantiles
lo
restauran.
Y
saltan, saltan
espumas de felicidad
sobre la roca.” (65)
Y el amor a los hijos, a la familia, unido
a la conciencia del volar de cada uno ,
de la nostalgia, con manifiesta gratitud , en “Máscaras” :
“Las máscaras de un tiempo
ya
cumplido
devoran las paredes de la casa.
hay
mañanas
hay
soles
hay
ausencias
y
un venturoso olvido
un
reflejo divino
las
bodas con la vida
los
retoños
mi gratitud.
la
esperanzada espera
la
añoranza. (45)
Lo reflexivo existencial
Cuestiona
al ser humano de todas las eras en “Tan desvalido el hombre” :
“Ustedes,
eternos
peregrinos
que
gastaron su tiempo
en largas migraciones
y tejieron la trama
con las
sedosas hebras
del ensueño.
Ustedes,
oscuros
planetarios
habitaron
extraños universos
junto a
las flores secas
del
exilio.”(73)
En
este poema, hay que detenerse, pues está sintetizando la historia de la humanidad
no solo en este planeta De una humanidad
a la que María Inés no se siente pertenecer. Es la otra que ella
intuye, o de la que ella sabe.
La Naturaleza
Hay
textos sobre la Naturaleza, a la que se sentía hermanada, como en “Lobos
marinos” (43), “Una ballena en Mar del Plata”(41).
Proyección hacia la esperanza
Hay
apuesta a la esperanza. En “Poesía”:
“Sobre el espacio
herido
o luminoso
el
trino pertinaz
de
la alondra” (49)
Concluye casi
su libro con el que le da título: “Voz entre los pinos” (penúltimo poema) que
dice de la necesidad de detenerse .
“Remontar la cuesta
tropezar
en los escalones
y
detener la marcha
para
mirarse
y
mirar la vida.” (79)
Es
su despedida, con serenidad maravillosa y ejemplar.
Conclusiones
La
celebración de su lírica no solo quiso
hablar de sus rasgos de contenido y lírica, sino que, con poemas o citas de ellos, escuchar a María Inés Ure. En parte, de su obra
poética en general , y en especial de Voz
entre los pinos (póstuma) en la que se advierte una madura esencialidad ,que deja abierta la puerta al misterio
precioso de la aventura interior del ser. Sus versos tienen la levedad del pájaro en
vuelo y la claridad de la existencia en ese
racconto del que habláramos. María
Inés Ure, con su voz poética y su alma-ángel, nos transmite aire fresco,
ese de su conciencia de los ciclos o rueda de las vidas o de la vida.
NOTA
Para
las citas de las obras de María Inés Ure se ha tenido en cuenta : Ure, María
Inés, Voz entre los pinos, Buenos Aires,
La Imprenta Digital S.R.L., 2016, Impreso. Y Fundación Argentina para la Poesía,
Poesía argentina contemporánea, parte
decimosexta, 1ª ed, Buenos Aires, 2007.
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Cecilia